Bienvenid@s!

Diariamente, excepto martes, sábados y festivos, temas de candente actualidad para el debate y la reflexión. No dudes en mandar tus comentarios.



6 nov 2008

Consultorio: Mi hija se ha quedado embarazada

Apreciada Doctora Gallego:
Me llamo Antonia y soy madre de tres hijas. La mayor, Raquel, se ha quedado embarazada. No está casada. Mi marido y yo tenemos un disgusto muy grande. La niña solo tiene 22 años y no sabemos cómo afrontar la situación, ya que nunca nos ha gustado su novio: es un chico de buen corazón, pero sin estudios, que trabaja en el taller de reparación de mi marido. Le ha dicho a nuestra hija que no se ve capacitado para asumir su paternidad. Pero el que nos diga que ha sido un fallo no nos resuelve el problema, digo yo.
No sabemos qué es lo que podemos hacer, cómo podemos asumir esta situación. Ojalá pueda ayudarnos.
Antonia Hernández
--------------------
Querida Antonia:
Tan buen chico no será, digo yo, si se quiere desentender del problema. En todo caso, aquí ha habido una cadena de errores, que comienza con la educación que le hayáis dado a vuestra hija (y te lo comento para que no repitáis el posible error con vuestras dos otras hijas), y que culmina en el error de la propia Raquel, al entregarse en cuerpo a los placeres de la carne, sin haber pensado en las consecuencias.
La llegada al mundo de una criatura nunca es un problema, querida Antonia. Es una bendición y como tal lo debéis asumir. Pero esa criatura necesitará a un padre y una madre que atienda sus necesidades y le oriente hacia una vida buena. Lo lógico es que el padre se case con vuestra hija y asuma, sí, sus responsabilidades. Un ejemplo muy ejemplar es lo que le ha pasado a Sarah Palin, la ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, cuando se descubrió que su hija se había quedado embarazada y ella lo resolvió organizando el matrimonio de esta con el chico que la embarazó. Vosotros deberíais hacer lo mismo. Tenéis a vuestro favor que el muchacho es empleado vuestro, así que podéis sugerirle que, con la crisis que hay, no es muy inteligente perder el puesto de trabajo.
Si el chico no accede y debéis en consecuencia que despedirle (no habría otra opción... ¡no vais a tener el causante de vuestra vergüenza pública trabajando con vosotros) pues habréis de prepararos bien para asumir la llegada de un nuevo miembro en la familia o bien pensad en darlo en adopción. La primera opción no os va a librar de tener que dar incómodas explicaciones a familiares, amigos y vecinos, quienes seguramente maljuzgarán a vuestra hija, pero es algo por lo que habréis de pasar. Lo compensará el tener al pequeño con vosotros. Hoy en día no es un estigma social ser madre soltera, al menos como lo era hace un siglo, aunque desde luego dudo que ningún muchacho decente quiera comprometerse con vuestra hija. Será, en cierta manera, una condena que deberá asumir cristianamente, como pecadora.
La otra opción es dar al fruto del pecado de vuestra hija en adopción. Como psicóloga, os recomiendo en este caso que mantengáis este delicado asunto oculto a los demás: bien que vuestra hija no salga de casa, bien que la mandéis a un sitio lejano a las miradas de familiares, amigos y vecinos, para que pueda llevar el embarazo, dar el niño o niña en adopción y luego regresar al hogar sin que jamás se hable en público de este delicado tema. La reputación de vuestra hija podría quedar en entredicho.
Es posible que algunos sacerdotes os recomienden que echéis a vuestra hija de casa, ya que os ha faltado al respeto debido. Yo no estoy nada de acuerdo con esta opción. Quizás porque soy una mujer muy progresista, pero en mi experiencia como psicóloga considero esta opción muy arcaica y anticuada. Lo mejor es que se celebre el matrimonio. Pero si no es posible, pues las otras dos alternativas.
Os deseo suerte
Piedad Gallego