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2 oct 2008

Consultorio: Mi hijo es homosexual

Apreciada Piedad:
La escribo esperando nos dé una solución a un problema que tenemos en casa. No soy un hombre de mucha cultura, soy un simple trabajador, una persona normal que lleva toda la vida trabajando honestamente y creo que soy una buena persona. He conocido su blog gracias a mi señora, que lee lo que su hermana escribe y me explicó que usted era psicóloga y que hacía un espacio de consultas. Así pues me decidí a escribirla, a ver si puede orientarnos.
El problema que tenemos es que uno de nuestros hijos, Álvaro, que tiene 17 años, le confesó a su madre que le gustaban los chicos. Mi esposa me lo explicó y no sé muy bien cómo debo afrontar esta situación con mi hijo, con el que no he hablado todavía. Comprenderá que le quiero mucho más que a mi propia vida y no quiero hacer ni decir nada que le pueda herir. No sé como debo afrontar esta situación, pues no soy un hombre que haya tenido estudios. ¿Qué es lo que debo hacer?
Muchas gracias y perdoneme las molestias que le haya podido ocasionar.
José Luis.
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Apreciado José Luis:
Ante todo, muchas gracias por tu mensaje. Voy a ayudarte porque eres una buena persona, un buen padre. De momento mi primera recomendación es que no os pongáis nerviosos. Lo que os sucede sucede en muchas familias y hay que afrontarlo con calma. Llevo tiempo tratando estos problemas. Así, pues, tranquilos. Peor sería que tu hijo tuviera una enfermedad mortal, porque para eso no habría remedio. Para esta enfermedad sí puede haber remedio.
Lo primero es hablar con tu hijo, sin temor. No le juzgues ni le condiciones. Simplemente dile cuánto le quieres y deja que te cuente lo que siente. Hay una posibilidad de que él mismo se dé cuenta de que no es más que un capricho de juventud, porque quizás tenga algún amigo con el vicio y los jóvenes tienden a imitar comportamientos de personas. Si es así, hazle ver que no es el camino, que eso le hará desgraciado de por vida y que le estigmatizará ante la sociedad. Hazle la comparación con entrar en el mundo de las drogas para que se dé cuenta. Y entonces ten por seguro de que Álvaro rectificará.
Pero si no es así, si el chico te dice que no es un capricho, que le gustan la gente del mismo sexo o que, incluso, ya ha tenido algún contacto, entonces tendréis que admitir que estáis ante una enfermedad, y asumirla como tal y con naturalidad. Sin miedo, pero sin quitarle importancia. Porque hay soluciones. Vamos con algunas de ellas:
Hace años algunos padres llevaban a sus hijos a conocer mujer en burdeles. Era, claro, una práctica infame y aberrante, pero en cierta manera ayudaba a que los jóvenes desorientados viesen las cosas buenas de la sexualidad correcta. Es una práctica que nunca recomendaría, por temas morales, pero en casos extremos no me parece una mala opción, cuando lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos. No te estoy diciendo que lo hagas, en absoluto. Solo te digo que esa posibilidad existe. O, en su defecto, si conocéis alguna chica ligerita y poco inteligente podéis pedirle que salga con Álvaro unos días, para que el muchacho tenga su primer contacto con mujer. Y, si lo tiene, no le juzguéis mal. Al contrario, felicitadle y animadle a que siga. Para casarse, ya encontrará muchacha decente.
Si no funciona hay una serie de tratamientos médicos y psicológicos. Lo de los electroshocks ya no se utiliza, aunque siempre se demostró muy eficaz, pero muy doloroso tanto para los enfermos como para sus familiares. Hay psicólogos y psiquiatras especializados en estas enfermedades, pero conviene que Álvaro no se sienta solo en este proceso -a veces muy largo-, por lo que os recomiendo seguirlo con él y, si conocéis de algún sacerdote de confianza, pedidle que se una a vosotros.
Generalmente esto funciona y muchos enfermos se curan, y luego son ejemplares padres de familia. ¿Qué pasa si no es así?. La homosexualidad es una enfermedad, pero no un pecado, si no se cometen actos carnales. Llegado ese supuesto en el que los médicos no hayan podido ayudar a Álvaro, entonces deberéis amarle aún más, y hacerle ver que su felicidad depende de su castidad, de que sepa reprimirse y comprenda que alejarse del vicio es garantía de una vida sana. Y hacerle ver que, en castidad, se puede ser y hacer muy feliz a la gente: nada impide que tu hijo sea un buen tío para sus sobrinos, un buen ingeniero, un buen abogado o incluso puede hacer la carrera sacerdotal: no son pocos los homosexuales que llevan una vida ejemplar como pastores del Señor.
Por tanto, mi recomendación es que habléis con Álvaro para determinar los remedios a seguir. Y es importante que os explique la clase de gente que frecuenta. Quizás sería conveniente apartarle de gente inadecuada y acercarle a gente que sí le tendrá auténtico respeto, en particular en congregaciones católicas. Porque si cae de lleno en el vicio, entonces no habrá remedio y deberéis renegar, con extremo dolor, de vuestro propio hijo.
Contadme cómo evoluciona Álvaro
Piedad Gallego
Si deseáis hacer alguna consulta a la Doctora Gallego, podéis mandarla publicando en este apartado una respuesta o bien a este mail. Cada jueves publicaremos las consultas y las respuestas.

8 comentarios:

  1. Piedad: ya que me cuelgas el teléfono cuando te enfadas conmigo, te escribo por aqui lo que no quieres escuchar por teléfono.

    Yo te quiero y te respeto como hermana mayor que eres, y no quiero pelear, pero ¿cómo se te ocurre escribir lo que has escrito?. ¿Cómo puedes decir lo que has dicho?. Para empezar, no tiene nada que ver con la línea editorial que comentamos y que debíamos seguir para ayudar a la gente joven.

    ¿Pero cómo puedes recomendar a ese padre que su hijo esté con una ramera, sea prostituta o cualquier chica indecente?. ¿Cómo se te ocurre, Piedad?. ¡Y que encima le animen para que siga en la fornicación!.

    ¡Y cómo se te ocurre decir esa barbaridad de que hay curas homosexuales!. Es una infamia, una calumnia!. Estoy disgustadísima, es una falta de respeto enorme, Piedad. Yo no quiero borrar lo que has escrito porque le prometí a madre que no volvería a haber peleas entre hermanos tras el tema de la herencia de padre, pero es que no puedo pasar por eso, Piedad!. Me voy a morir de la vergüenza, ¿qué van a pensar mis amistades, que son gente religiosa y temerosa de Dios?. ¿Y qué va a pensar gente como Esperanza Aguirre o Monseñor Rouco Varela?. ¿Te has parado a pensarlo?.

    Yo te respeto porque tienes conocimiento y sabes mucho de psicología, y eso lo respeto, pero ¿no bastaba con recomendar a este pobre padre que sufre con la enfermedad de su hijo que le aconsejara simplemente la castidad?

    Siento mucho tener que hacerlo por aquí, públicamente, pero soy incapaz de censurar lo que has escrito, y como me cuelgas a la primera de cambio...

    Pero al menos que quede claro que lo que has dicho es solo tu opinión, no la mía. Yo al señor José Luis le diría que si su hijo tiene la enfermedad, que le enseñe a vivir con ella pero sin unirse en carne a otros enfermos o a los viciosos, que se puede vivir dignamente con eso en castidad. Podías haber puesto el ejemplo del director tan famoso, Franco Zeffirelli, que se reconoció enfermo de eso y sin embargo lleva una vida casta y limpia, tanto que Su Santidad Juan Pablo II lo tuvo siempre a su lado.

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  2. Mira, hermana. Te cuelgo cuando te pones nerviosa. Pero ya que has escrito por aquí, te contesto por aquí.

    Aunque por tu bondad no lo entiendas, hay que tener una opinión científica y médica. ¡Pero si tú eres enfermera!. Y por muy creyentes que seamos, cuando tenemos que afrontar problemas relacionados con la sexualidad, lo hemos de hacer científicamente. Yo lo hago cada día en mi consulta y no me parece que esté atentando contra ninguna de nuestras creencias. Y si hay conflicto entre creencias y ciencia, procuro siempre buscar el perfecto equilibrio, que para eso soy Doctora (tú no lo eres, querida). Y eso es lo que he hecho. Decirle a ese padre a que anime a su hijo a conocer mujer no es católico, de acuerdo, pero sí científico. En mi consulta viene gente con problemas relacionados con su sexualidad y como tal las abordo. Te guste o no. Porque sino no sería psicóloga.

    ¡Yo no he dicho que los curas sean homosexuales! ¡No he dicho eso!. He dicho que hay curas que sí lo son, como el Zefirelli ese que dices. Y no pasa nada. Y como el Zefirelli ese se comporta, pues también hay curas que se comportan.

    Si no quieres que siga haciendo la consulta, me lo dices y no hay problema por mi parte. Yo lo hago de buena fe y sin cobrar. Y sinceramente creo que soy de ayuda. Pero tú eres la jefa de este blog, que muchísima gente lee (te digo que al menos aquí en Ávila sí) y tú decides. Pero si sigo, seguiré dando mis valoraciones científicas.

    Si mañana estás calmada, hablamos por teléfono.

    Piedad

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  3. esto es lo ultimo que me qedaba por escuchar como puede dar consejos a nadie,y decir que ser gay es una enfermedad,deberia estar encerrada por vida,la unica enferma eres tu,tienes la mente sucia y mucho dudo que lo tuyo se cure.

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  4. Debo de admitir que después de leer estas intervenciones me quedé con la boca abierta, pero ahora comprendo que se trata de una tomadura de pelo. Si no es una tomadura de pelo, entonces Piedad y Asuncion deberian ustedes de replantearse el hecho de dar consejos a los demas, porque las primeras en recibirlos deberiais ser vosotras. Que sepan ustedes las expertas que el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la homosexualidad de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud, lo cual significa que ese chico de 17 años es del todo normal. Ese padre no tiene que preocuparse de nada, sino entender la enorme diversidad de personas que hay en el mundo. Si estas señoras siguen a Dios tan de cerca, han de darse cuenta que con su actitud son las primeras en crear conflicto, en lugar de poner paz. Aprendan a interpretar a Dios antes de hablar por él, y luego aprendan a dar consejos.

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  5. Yo le diria a Jose Luis que no se preocupe, que su hijo es mucho mas normal que este par de charlatanas fanaticas.

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  6. El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la homosexualidad de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud. Por lo tanto, Jose Luis, no tengas que preocuparte, y sobretodo, no hagas caso de este par de bobas
    incompetentes.

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  7. Y mas encima la chalada le pregona estas barbaridades a la gente por ser "psicologa".
    Atiendete tu y deja de llenarle a la gente la cabeza de caca. porque caca son ustedes dos

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  8. Jose Luis:
    No te dejes engañar, tu hijo no tiene ninguna enfermedad, quierelo como lo querias mientras no sabias su orientacion sexual, ser homosexual no es nada malo, aunque haya gente que te quiera hacer creer lo contrario. Porque entonces dime, ¿cuál sería la susodicha enfermedad que padece? ¿el amor? ¿acaso no es el amor un privilegio que tenemos ya sea enfocado a el sexo contrario, al mismo o a ambos? No te dejes engañar.

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